Acompaña casi todas nuestras recetas y es diurética, digestiva y tónica.
Acompaña casi todas nuestras recetas y es diurética, digestiva y tónica. Además de muy sana y nutritiva, la cebolla favorece el crecimiento y refuerza las defensas de nuestro organismo ya que es muy rica en minerales (calcio, magnesio, hierro, yodo, cinc…) y contiene vitaminas A, B, C y E. Al horno, hervida, cruda… Aprovecha sus propiedades y conoce sus distintas variedades con las que acompañar tus platos.
- Chalotas francesas
De bulbo pequeño y alargado, su interior está dividido en dientes, como los ajos, y su sabor está a medias entre la cebolla y el ajo. Precisamente por eso, es apropiada para todo tipo de guisos y ensaladas.
- Cebollitas francesas
Se conoce también como chalota redonda. Se arrancan antes de alcanzar su tamaño normal. Tienen un sabor más fuerte que las chalotas y son perfectas para estofados, guisos de carne y recetas de aves; no tanto para ensaladas.
- Cebolleta
Esta hortaliza, muy parecida al puerro, se consume tierna. Tiene sabor picante y se recomienda en crudo (ensaladas), pero también en tortillas, con guisantes o con habas. La parte verde, muy picada, acompaña mayonesas y vinagretas.
- Blanca española
De mayor tamaño, con bulbo redondo y sabor dulce. Se conserva bien. Va con todo tipo de recetas mediterráneas: alubias blancas y rojas, bacalao a la vizcaína, braseado de cerdo…
- Amarilla española
Muy utilizada, tiene bulbo aplastado y cuello fino. Su color va del amarillo al verdoso. Se utiliza en sopas, cremas, para aros en tempura… Es la que más nos hace llorar.
- Morada española
Muy apreciada. Tiene bulbo globoso y puntiagudo en la parte superior y es de tamaño grande. Aunque va con todo, está indicada para ensaladas y ceviches. Buen sabor en crudo.
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