Los frutos secos y el aceite de oliva tienen un papel fundamental para nuestra salud.
Protagonista entre comida rápida, innovadora y productos llegados de todo el mundo. La dieta mediterránea ha conseguido salir reforzada de Alimentaria, meca de las nuevas tendencias de la alimentación. Gran parte de estos resultados cosechados los tiene el Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea, que ha celebrado su décima edición dentro del macrosalón y que ha confirmado la buena salud de la comida española, ya que incluso países como la China se han interesado en nuestras prácticas en la cocina y en la mesa.
Ramon Estruch, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los investigadores más activos de nuestra dieta, recordó en el Congreso que las claves de esta alimentación son la abundancia de productos vegetales y pescado y bajo consumo de carne, lácteos y azúcares. Entre el inmenso abanico de productos mediterráneos, los frutos secos y el aceite de oliva tienen un papel fundamental para nuestra salud. El estudio Predimed, dirigido precisamente por Estruch desde hace diez años, confirma que incluir a la semana un litro de aceite virgen extra y 30 gramos de nueces en los menús puede bajar en hasta un 10% el riesgo de mortalidad.
«Nos pensamos que comemos bien en España, pero no es así: podemos mejorar mucho», aseguró Estruch haciendo hincapié en la necesidad de introducir nueves y aceite. Además, incidió en que «nunca es tarde para mejorar nuestra alimentación» y expuso algunos hábitos que pueden cambiarse, pequeñas acciones con grandes beneficios.
Productos de proximidad, claves
Estruch destacó, por ejemplo, incluir el producto de proximidad, que tiene menos tiempo de almacenamiento y cambios de temperatura. «El producto fresco tiene más capacidad antioxidante cuando antes se consume» y el que está cultivado al aire libre es mejor que el que crece en internados, señala.
En este sentido, el experto en alimentación avisó sobre prescindir de los cereales refinados, aumentar el consumo de pescado y que éste sea preferentemente azul y mantener el vino en nuestra dieta, de manera moderada.
Además, los beneficios de los frutos secos son interminables y los profesionales dietistas inciden en la necesidad de reducir la sal en nuestras comidas, ya que «tomamos demasiada sal en la mesa y también de manera encubierta», destaca Estruch.
Predimed, hecho en base a 7.500 personas que de más de 55 años y teniendo en cuenta también a fumadores, gente con sobrepeso y con hipertensión. Al estudio le queda mucho trayecto por recorrer y ahora quiere analizar mejor los casos en los que hay actividad física constante y ver cómo evolucionan el exceso de peso y las complicaciones cardiovasculares.
¡Plazo de matrículación abierto!