El desayuno aporta los nutrientes necesarios para poner en marcha diferentes funciones cerebrales.
Un buen desayuno es fundamental es sinónimo de salud en la edad escolar dado que aporta nutrientes y mejora el rendimiento intelectual.
Después de las horas de sueño, esta comida es la única que puede otorgar la energía necesaria para que los chicos puedan jugar y aprender.
Los chicos muchas veces no quieren el desayuno, ya sea porque prefieren dormir un rato más o porque no les gusta comer a la mañana, publicó el Diario Popular.
Lo cierto es que los chicos lo necesitan: necesitan. Aporta los nutrientes necesarios para realizar en óptimas condiciones las actividades escolares y su desarrollo y crecimiento.
Además, gracias a un desayuno equilibrado hay un mejor reparto de las calorías a lo largo del día manteniendo el peso dentro de los límites acordes a la contextura física y la edad, por otra parte, un buen desayuno apacigua el hambre y evita el picoteo de la mañana; el desayuno también colabora en la incorporación de hábitos saludables ya que podemos incorporar una fruta, una pieza o un jugo.
Los especialistas aseguran que un buen desayuno ayuda a los niños a tener un mejor rendimiento escolar, esto se basa en que pueden pensar con mayor rapidez, estar más dispuestos a prestar atención, es decir no estar tan dispersos, y a comunicarse en forma apropiada con el entorno gracias a una actitud más positiva.
Tanto omitirlo como un mal desayuno, genera un desequilibrio de sus hábitos alimentarios y, en consecuencia, del estado nutricional.
Por eso también es tan importante que las políticas públicas también consideren que un buen desayuno es fundamental en la infancia y lo implementen en las escuelas respectivas.
En edad escolar, no desayunar correctamente implica en los niños dificultades de concentración, de memoria, decaimiento, cansancio o estados de ansiedad, es que el desayuno aporta nutrientes como para poner en marcha dichas funciones cerebrales.
Por otra parte, como se dijo anteriormente, al colaborar con el reparto equilibrado de calorías, si no realizan un buen desayuno, pueden ser más propensos a desarrollar sobrepeso.
Por otra parte, los especialistas también aseguran que tanto la omisión del desayuno como un desayuno inadecuado, produce insuficiencias que no se compensan con las otras comidas del día, sobre todo en la actualidad que los chicos, en general, no tienen una alimentación adecuada.
Entonces, un desayuno equilibrado podría definirse en una combinación de alimentos variados y saludables, aportando los nutrientes que necesita el organismo para funcionar adecuadamente durante el día.
Para que sea equilibrado, los especialistas recomiendan incluir: una porción de lácteos (leche, queso o yogur), cereales (pan, pan integral, tostadas, avena o cereales para desayuno), fruta (un pieza o en jugo), algún derivado de carnes, como podría ser una feta de jamón, y azúcar o dulces en cantidad moderada.
Los lácteos combinados con los cereales aportan proteínas, calcio, hierro y zinc. Los cereales son fuente de energía y colaboran con la entrada glucosa necesaria para el buen funcionamiento cerebral. Las frutas aportan vitaminas y fibras.
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