Son una excelente alternativa que puedes elegir por el perfil de sabor, precio u otros factores.
Los sustitutos de azúcar nos permiten tener el mismo perfil de dulzor del azúcar de caña y en la cantidad que nuestro cuerpo requiere, pero que fisiológicamente no se va a desdoblar en azúcares que puedan elevar los niveles de glucosa en sangre. En realidad son una excelente alternativa que puedes elegir por el perfil de sabor, precio u otros factores.
En esta ocasión, Metco nos da a conocer algunos de los mitos más comunes sobre los sutitutos de azúcar. ¡Toma nota!
Mujeres embarazadas no pueden consumir sustitutos de azúcar porque generan problemas y malformaciones en el bebé. FALSO. Muchos médicos prohíben a las embarazadas utilizar sustitutos de azúcar no porque éstos causen un daño como tal, sino porque las mujeres embarazadas, así como los deportistas o los niños están en una etapa en la que sus condiciones y necesidades energéticas son diferentes. Una embarazada, por el propio desarrollo del bebé, se escuentra en un estado fisiológico en el que requiere un incremento energético por lo que no es conveniente limitar el consumo que se recibe generalmente del azúcar de caña.
Los sustitutos de azúcar provocan Cáncer. FALSO. Es un mito que surgió en las redes sociales. Cuando buscas en Internet ''sustitutos de azúcares'', vas a encontrar muchas páginas que dicen: “no consumas ni sacarina, ni Acesulfame, ni Aspartame porque son cancerígenos”. Es importante mencionar que en sus inicios existieron dudas si eran seguros o no, pero hasta el día de hoy los estudios han permitido abiertamente el uso de todos los sustitutos de azúcar y están autorizados para su uso en alimentos por la FDA en Estados Unidos, por el Codex Alimentarius en la Unión Europea y aquí en México por la Cofepris. No ha habido un respaldo científico fundamentado para que se restrinja su consumo o uso en alimentos.
Los niños no pueden consumir sustitutos de azúcar. FALSO. No hay que tenerle miedo a los sustitutos de azúcar, son muy seguros para cualquier tipo de consumidor, siempre y cuando tu médico no lo restrinja o si tu balance nutricional no requiere que tengas una ingesta limitada de azúcares.
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