Para seguir una dieta equilibrada recomiendan un consumo de 6 a 11 raciones de cereales al día.
Expertos han asegurado que los cereales integrales ayudan a prevenir la aparición de ciertas enfermedades crónicas, gracias, entre otros aspectos, a su actividad antioxidante. De hecho, diversos estudios científicos asocian el consumo de cereales integrales con una reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, obesidad y algunos tipos de cáncer. Tradicionalmente, el contenido en fibra, vitaminas y minerales de los cereales integrales han sido señalados como los principales responsables de los efectos saludables de estos alimentos. No obstante, estudios recientes han puesto de relieve la presencia en ellos de otros componentes ''no nutrientes'' que también parecen ejercer un efecto destacado en el mantenimiento de la salud.
Estos compuestos, a los cuales se les ha otorgado la denominación de ''fitoquímicos'', por su presencia de forma exclusiva en alimentos de origen vegetal, y que se han definido como ''los compuestos, constituyentes de alimentos vegetales, que no son nutrientes y que pueden proporcionar al alimento unas propiedades fisiológicas que van más allá de las nutricionales propiamente dichas'', son un grupo muy numeroso de sustancias, entre las que destacan diversos compuestos como carotenoides, esteroles o compuestos fenólicos. En los últimos años se ha demostrado que los cereales integrales constituyen fuentes importantes de estos compuestos, especialmente de compuestos fenólicos, carotenoides, lignanos, fitoesteroles o tocoles, entre otros, y por lo tanto, aportan amplios beneficios para la salud.
En este sentido, un estudio reciente publicado en la revista ''Journal of Cereal Science'' ha revelado la presencia de una gran cantidad de estos compuestos, como los alkilresorcinoles, benzoxazinoides, lignanos, ácidos fenólicos, esteroles y tocoles, en el grano de trigo entero y de centeno, dos de los cereales más utilizados para la fabricación de pan. Asimismo, el estudio destaca que estos componentes tienen amplias implicaciones en la salud, entre las que se incluyen sus propiedades antioxidantes y anticarcinogénicas, o la reducción de los niveles de colesterol sérico, entre otras.
''Una dieta equilibrada, con un alto consumo de alimentos de origen vegetal es la mejor forma de garantizar una ingesta adecuada de estos compuestos, ya que se ha visto que muchos de ellos ejercen un mayor efecto cuando se consumen junto con otros fitoquímicos y otros componentes de la dieta que cuando se ingieren de forma aislada'', ha aseverado la portavoz científica de la campaña ''Pan Cada Día'', Beatriz Navia. Por ello, prosigue, el consumo del alimento que los contiene supone no solo la ingesta del fitoquímico en sí, sino también la de otros fitoquímicos y la de los nutrientes presentes en el alimento.
Por otro lado, en relación con los cereales integrales, Navia ha destacado la necesidad de incrementar el consumo de cereales integrales por sus beneficios saludables, ya que en la actualidad, el consumo de estos alimentos suele ser bastante bajo. De hecho, las guías alimentarias para la población americana elaboradas por el Departamento de Agricultura de los Estado Unidos (USDA) en las que se marcan las pautas para seguir una dieta equilibrada recomiendan un consumo de 6 a 11 raciones de cereales al día, marcando un consumo de, al menos, 3 raciones al día de cereales integrales, asegurando que la mitad de los cereales que se consuman sean de este tipo.
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