Disfrutar de la Dieta Mediterránea es posible también en Navidad.
“Disfrutar de la Dieta Mediterránea es posible también en Navidad y con menos esfuerzo de lo que la gente piensa” comenta Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES). “Un menú equilibrado favorecerá nuestro bienestar, sin que sea necesario dejar a un lado las tradiciones ni privarse de ningún tipo de alimento, aunque siempre es importante controlar las cantidades”. Asimismo, añade del Pino, “somos un país de tradiciones culinarias y tenemos una gran variedad de productos y formas de cocinarlos que enriquecen nuestra identidad”.
Los principios de la Dieta Mediterránea, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, están presentes en la mayoría de las recetas tradicionales españolas para esta época del año, ya que combinan verduras, frutas, pescados, carnes, lácteos, vino y aceite de oliva. Además, son fechas muy propicias para no dejar de lado otros aspectos fundamentales de esta dieta como lo son hacer la compra, cocinar y comer en familia, porque son las mejores ocasiones para compartir e inculcar buenos hábitos especialmente en los más pequeños, a los que debemos transmitir nuestra experiencia y conocimientos.
Alimentos de temporada
“Planificar los menús y adelantar en la medida de lo posible nuestras compras es siempre la clave para poder ajustar nuestras comidas a la pirámide nutricional”, destaca del Pino. En cuanto a los alimentos de temporada, en este mes de diciembre puedes encontrar verduras y hortalizas como la lombarda, alcachofas, cardos, endibias, escarola o remolacha, entre otras, que pueden ser un excelente primer plato o un contorno muy nutritivo pero poco calórico. Tampoco deben faltar las frutas, como opción muy saludable para guarniciones o postres.
Para los segundos platos el consumidor encontrará, junto con las recetas de carnes propias de estas fechas, una gran variedad de pescados y mariscos de temporada. También son imprescindibles en la mesa navideña el jamón y los fiambres y embutidos, siempre en le marco de una dieta equilibrada.
Métodos de cocción
Una vez más juega a nuestro favor que una de las costumbres propias de estas festividades es cocinar en el horno. Es uno de los métodos de cocción más saludables, siempre que no nos excedamos en los ingredientes añadidos. También podemos optar por cocinar a la plancha o al vapor, especialmente los mariscos, dos maneras ideales para conservar todos los nutrientes y el sabor de los alimentos.
Para el presidente de ACES, otro de los pilares de la Dieta Mediterránea es el aceite de oliva, que “es sin duda la mejor complemento que podemos añadir a nuestros alimentos”, y recuerda que “existen diversas variedades, al igual que el vino, con características propias según el tipo de aceituna del que se ha extraído”.
Postres tradicionales
Si moderamos el aporte calórico de los platos principales no será un exceso disfrutar de los postres más típicos de la Navidad. Turrones, polvorones, mazapanes, están elaborados con cereales, frutos secos y miel, ingredientes que también forman parte de la Dieta Mediterránea. Eso sí, conviene siempre moderar las cantidades.
Casos especiales
Aquellas personas con alguna condición previa como hipertensión, diabetes, colesterol elevado, alergias o intolerancias deben controlar más aún sus comidas y seguir las recomendaciones médicas apostando por los platos más saludables.
“Si tienes algún tipo de patología –apunta del Pino- ten en cuenta que en el etiquetado de los alimentos encontrarás además del valor nutricional, información detallada sobre los alérgenos más frecuentes”.
Actividad física
Es importante mantener durante estas fechas la actividad física y el ejercicio. Asimismo, es recomendable no perder el hábito de hacer cinco comidas al día, respetando los horarios, y preferiblemente en compañía de amigos y familiares.
Responsabilidad
En fechas tan señaladas no nos podemos olvidar de evitar el desperdicio alimentario y de reciclar. Con un poco de imaginación podemos usar los envases de los productos que hemos consumido para hacer manualidades con los niños y adornos navideños.
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