Nathan Tapp, uno de los responsables del estudio, explica que en su trabajo han utilizado un concentrado de pulpa de noni a niveles de 0, 2, 4 y 6% con carne picada de vacuno. Después de 4 días las hamburguesas que se hicieron con esta materia prima y un 6% de pulpa de noni tenían aún un color rojo muy aceptable mientras que la carne picada que no tenía pulpa de noni estaba totalmente descolorida. Las hamburguesas con un 4% de pulpa de noni eran las que mejor color tenían.
Según los investigadores la mezcla de la carne picada con un 6% de pulpa de noni ayudó a incrementar la vida útil de la carne en 2 días, lo que facilitaría su posterior comercialización en los lineales.
Pese a estas ventajas, el noni tiene como inconveniente su fuerte sabor y aroma que podrían impedir su utilización a nivel industrial. Sin embargo Tapp estima que en países donde se esté acostumbrado al sabor del noni quizás si que pudiera tener utilización.
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